6/06/2020
Me pasa que siento que
estoy en el aire de nuevo. Que no se qué es lo que estoy ocultando y me está haciendo sentir mal de nuevo, y no se por que tengo tanta bronca y contención
de querer destruirlo todo. Tal vez es el efecto de las pastillas, tal vez es como
dice mi psicóloga y tengo que descargarme mediante la actividad física para que
funcione. Tal vez debería concentrarme en el estudio y aprovechar mi tiempo en
casa de nuevo, de esa manera prospera. Pero siento que cuando me apoyo en la
cama, miro la pared que tengo al frente. Yo me voy. Me pierdo, me elevo, me
desanimo y espero a que pasen y pasen las horas. Es como si me resultara
familiar e inevitable el cumplir con eso cada vez que lo hago y estoy ahí.
Siento que es una estrategia de auto-saboteo. Pero vamos una vez mas a lo mismo.
Por qué? Por qué no me doy la chance de ser prospera, no? Que es ese rencor
horrible que me guardo? ¿Esas ganas insostenibles de verme fracasar en las
responsabilidades y sobre todo en expandirme los dedos con fuerza para que se
pierda el tiempo de entre mis manos? ¿Por que lucho tanto por rendirme? En
lugar de salir adelante.
Ayer lloré antes de irme
a dormir,. Es la tercera vez en esta cuarentena o cuarta. No me dolió el pecho,
introspectivamente estaba buscando el vacío horrible que considero como característico
de la depresión, y no lo encontré. Se sintió mas bien como si supiera que el
agujero esta, pero no puedo verlo, y el hueco no es tan profundo como de
costumbre, se siente como esa escena de Harry Potter donde usan la capa de
invisibilidad, pero los aproximados a ella, saben y notan una presencia, de
algo que no pueden visualizar, aun así siguen hablando como si nada. Pero allí
esta, siempre observando. Mi relación con mi agujero es esta. Se que hay algo
que no me permite verlo ni tocarlo y menos saltar hacia su vacío interior. Son
los efectos del medicamento, gracias a dios estoy tomándolo siempre, y no me
permite estar allí, pero lo que noto cada vez que hago este tipo de inspección
rigurosa, es que me termino desanimando con un sentimiento de indiferencia y
quietud, y me extraño, me desconozco. A veces iba, viajaba a mi interior para
rápidamente poder catalogar que era, darlo por asumido ese nivel de tristeza y
como ultimo paso auto-convencerme de que las cosas son así, no van a cambiar y
serán siempre así. Hoy en día no se me permite caer en una certeza, sino que se
me presentan dudas. Hoy en día ya no se que va a pasar, no se que voy a pensar,
no se que voy a sentir, y eso a pesar de que fue un buen cambio, porque quiere
decir que al abrir una puerta a la diversidad, cancelo la chance de tener un
único destino fatalista, me hace sentir algo perdida, desorientada, y no se que
pensar. Creo que en parte es porque no estoy acostumbrada a ser una persona
positiva, por ende nunca se me ocurrió o paso por mi cabeza el idear escenarios
que me beneficiaran, o sean generosos conmigo. Es la incertidumbre de qué hacer
con la estabilidad, o con la impasibilidad. ¿A donde vamos después de esto? ¿Si
no es dolor es alegría? Si no es dolor, qué es? ¿Que hay? ¿Que siente la gente
cuando hay ausencia de dolor normalmente? Es como si no lo supiera. Y se
convierte de a poco, en la nueva causa justificada de angustia. Y es ahí donde
logro reconocerme, en la aflicción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario